Cada día en nuestro campamento teníamos la oportunidad de celebrar la Eucaristía y de comenzar con animo alegre cada jornada.
Era una forma diferente de despertarnos, a algunos nos costaba mucho, pero sin duda era la mejor vitamina para comenzar el día.
Para mi el campamento de verano perfecto es uno en el que se cuide que los niños se traten bien y se respeten. Son valores básicos de un buen campamento de verano
ResponderEliminar