Anoche salimos de caza, pero antes debíamos entrenarnos con
competiciones variadas . El chamán salió de la cueva como cada noche para dar
las instrucciones.
En nuestra gran tribu de
Piedrópolis tenemos una tradición muy importante para recordar
nuestras primeras formas de vida. Entre ellas la caza de animales para
alimentarnos, nos gustan mucho las gallinas y nos sentimos muy honrados de
poder compartir nuestros gustos con los pequeños cavernícolas. Por ello, hemos
preparado para nuestros nuevos habitantes una serie de divertidas pruebas de
aprendizaje para enseñarles las cualidades y habilidades que son
necesarias a la hora de cazar.
La primera prueba fue medir nuestra fuerza con otros cavernícolas, con ello hemos aprendido que solos no podemos que necesitamos el apoyo de otros para sentirnos más seguros y felices.
La tercera prueba se trató de cazar a los cavernícolas de la tribu contraria, al final de la noche y como por arte del chamán a nuestras piedrópistas llegaron un par de seres nunca antes vistos… un par de gallinas muy serenas y asustadas salieron caminando, todos estábamos deseosos de atraparlas y comenzar a aplicar nuestras habilidades de cazadores, pero, ya era un poquito tarde y las gallinas estaban pasmadas y no tenían ganas de salir corriendo, ante tal situación los nuevos cavernícolas uno por uno saludaron, mimaron y adoraron a las gallinas por sus beneficios, por los huevos, por el alimento y por visitar nuestra tribu.
Para cerrar definitivamente la noche,
volvimos a nuestra cueva, pintamos un cavernícola que nos
representaba a todos venerando una gallina gigante y de allí nos
fuimos a dormir llevando nuevos conocimientos de caza y nuevos amigos
cavernícolas.
Carolina Joza
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